Son cuatro los fines del trabajoII-II, 187, 3 El primero y principal, procurar el sustento, por lo cual se dijo al primer hombre (Gén 3,29): “Comerás el pan con el sudor de tu frente”. Y en el salmo 127,2: “Te alimentarás con el trabajo de tus manos”. El segundo es suprimir la ociosidad, fuente de muchos males. Por eso se dice en Eclo 33,28-29: “Envía a tu siervo a trabajar para que no esté ocioso, pues la ociosidad enseña mucha malicia”. El tercero es refrenar las pasiones, en cuanto que el trabajo castiga al cuerpo. Por eso se dice en 2 Cor 6,5-6: “En los trabajos, los ayunos, las vigilias, la castidad”. Y el cuarto, el dar limosna. De ahí que se diga en Ef 4,28: “El que robaba, que no robe más; antes bien, trabaje con sus manos en algo de provecho para tener de qué dar al necesitado”.
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Actualizado: Miércoles, 01 de Diciembre de 2004